lunes, 29 de diciembre de 2008

Entrevista

Eli Tolaretxipi, escritora.

"Los libros que amas no se acaban nunca"










Eli Tolaretxipi (Donostia, 1962) ha conseguido hacerse con un hueco propio en el panorama de las letras en Euskadi. En 1.999 edita su primer poemario, Amor muerto, naturaleza muerta, un libro de rupturas, de dolor ensimismado, en la editorial gasteiztarra Bassarai. Su segundo libro hasta la fecha es Los lazos del número.
Charlamos con ella acerca de sus autores preferidos, de sus lecturas de adolescencia entre otras cosas.

¿Cuándo comenzó a escribir ?

Nos leían cuentos, nos hacían escribir, en la escuela clandestina en la que estuve en los 60. Las profesoras eran muy lindas y cosmopolitas. Nos enseñaban de todo. Supongo que ahí tuve la intuición de la escritura como algo que le pertenece a uno, que sólo uno puede hacer de esa forma, algo, tal vez no del todo privado, pero sí íntimo, como la habitación de Van Gogh, cuya reproducción nos mostraron en una clase y pensé que si la vida era eso, estaría bien. Seguí escribiendo en el colegio, en la universidad, sin plan, por supervivencia.

¿ A qué autores leía cuando era adolescente ?

De los autores que recuerdo haber leído en la adolescencia, de los que guardo una huella más impresionante, Lorca, Cernuda, Antonio Machado, Juan Goytisolo, Carmen Laforet, Esther Tusquets, Flaubert, Stendhal, Kafka, Herman Hesse; también autores vascos, Ramón Saizarbitoria, JA Artze, Xavier Lete, Arantxa Urretabizkaia, Lourdes Iriondo. Creo que leíamos más a Unamuno que a Pio Baroja, sus ensayos, que te enseñaban cosas como la soledad, la conciencia, el pensamiento.

Conocemos su poesía. ¿ Guarda en algún cajón alguna colección de relatos,
algún ensayo, ...?


Leo más que novelas, relatos. Me gustan mucho Edgar A Poe, Clarice Lispector, Carson MacCullers, Chejov, Borges, Cortázar, Flavia Company, Luisa Etxenike, Jeannette Winterson, pero pocas veces he escrito cuentos. Y ensayo, no, nunca he escrito ensayos, aunque leo bastantes cosas sobre arte o literatura, de Miguel Casado, Rafael Cadenas, Hanni Ossott, Maurice Blanchot, Roland Barthes, Serge Daney. Sí tuve una columna en el suplemento cultural de un periódico y la experiencia me supuso un reto. Me sentía muy libre, podía mezclar la reseña con la ficción, la música con la literatura, con otras artes, el tamaño era adecuado para la síntesis, y aunque me costaba, cuando algunos decían no entiendo muy bien lo que dices pero me gusta, pues me producía cierta emoción, porque quería que el texto tuviera algo de objeto, de poema.

Háblenos de su labor como traductora.

Traducir es algo muy físico. Llegar a casa o en cualquier lugar, ponerte a traducir como si interpretaras una obra al piano. Empecé a traducir cuando me compré mi primer libro en inglés. Era de Poe y como no entendía todo, traduje un cuento. Es una manera pausada de leer y de comprender. Yo soy una amateur. Me gusta esa palabra que denota una tendencia amorosa por lo que haces y no profesionalidad, que tiene que ver con la rentabilidad, la explotación, la economía. Odio las expresiones del tipo “es muy profesional” en cualquier campo. Me dan bastante repelús.

He traducido a poetas cuya obra admiro mucho. A veces es doloroso meterse tanto, sales aturdida de algunos autores, pero es emocionante siempre, aunque su poética, sus planteamientos, su experiencia, resulten lejanos, como dices. Se aprende mucho.

¿Se escribe mejor en época de crisis (personal)?

Uno siempre está en crisis. La vida es tensa y violenta. Nacer, adquirir lenguaje, tratar de entender los lazos familiares, amar, despertarse, salir a la calle, hablar, estar callado, mirar, escribir, puedes construir tu burbuja, encerrarte en tu crisálida, pero ni siquiera eso deja de ser violento. El cuerpo también se rebela de forma violenta. Y encima, todo lo que está fuera, el asco, la rabia que te pueden producir cosas, actitudes, tuyas o de los demás. Es verdad que cuando algo, un acontecimiento doloroso, una muerte, una separación, se producen, a mí me cuesta escribir desde ahí. En una época me dio por hacer inventarios, listas inútiles. Para escribir sobre eso, la perspectiva es necesaria, cosificar el acontecimiento, volverlo literatura.

Vita brevis, ars longa.

En efecto, la vida de muchos artistas geniales es muy corta, pero las obras de arte ahí están. Sobreviven milenios, con su utilidad o su inutilidad, sus logros y sus fracasos. Hay obras de arte que consiguen detener el tiempo, crear otro. Obras que hablan del tiempo, del espacio, de las emociones, y crean una ilusión de simultaneidad real impresionante.

Kant : la belleza artística no consiste en representar una cosa bella, sino en la bella representación de una cosa.

La poesía, el arte que me interesa habla de las grietas, la afonía, lo estrecho, el ahogo, el miedo, con mayor o menor crudeza y severidad. La belleza a la que te refieres estaría en el estilo, en cierta mesura, en la contención. Eso se ve muy bien en la música, en la pintura de algunos artistas, en los textos de algunos poetas, que podían sufrir, estar hechos un asco y ser capaces de crear composiciones delicadas que sobrepasan los límites del dolor, de la agonía, y nos resultan “bellos”, de una belleza, en el fondo, un poco sucia, siniestra, en el sentido de que también hablan de nosotros y de la muerte. Como las mujeres de Poe, bellas e inteligentes en extremo, mira lo que representan. Los descuidos, los cercos, las manchas, una tela gastada, deshilachada, la belleza sórdida de la bocana de Pasajes o les Alyscamps, en Arles, esas ruinas tan toscas, el paseo de los sarcófagos, que un poema, una fotografía, una película transmitan eso, es lo que me interesa.

¿ Qué libro (o qué libros) le recomendaría a un poeta primerizo ?
Si alguien ya ha decidido ser poeta, es distinto. Sabrá buscar su camino a solas. Ahora pienso en mis alumnos, por ejemplo, que con 14, 15, 16 años, no saben mucho de poesía, que ante algunas canciones, algunos poemas, dicen, no tiene sentido. Cada uno ve lo que puede, claro, entiende lo que puede, y más estos adolescentes que son producto de esta época, los desgraciados recipientes de la basura de los medios de comunicación, tan deícticos, tan literales. Pero algunos, los más pacientes, llegan a comprender y a escribir algo. Creo que voy a hacer una antología, nada que ver con la literatura infantil y juvenil, que me parecen innecesarias y meramente comerciales, sino algo más sutil, un libro con poemas de autores de todos los tiempos, no sé, desde Catulo, Safo, hasta Olvido García Valdés, pasando por Emily Dickinson, HD, Elizabeth Bishop, Julia Otxoa, Raymond Carver, Karmelo Iribarren, Jorge Eduardo Eielson, Joaquín Marta-Sosa, Michaux… la lista sería interminable. Leeríamos un poema al día, lo comentaríamos, y luego seguiríamos con lo que tocara. A veces lo he hecho, se puede hacer.

¿ En qué está trabajando actualmente ?

Acabo de terminar una serie de poemas sobre la destrucción, y a pesar de haberlo entregado, porque se trataba de un encargo, sigo con esa nube en la cabeza. Por eso en las últimas semanas he vuelto a Fassbinder, a Jelinek, no sé, me interesan sus visiones, entender cómo trabajan la historia, cómo la expresan en su obra. Pero no soy muy ordenada y estoy sin querer acabar El Maestro y Margarita de Bulgákov, otro genio de vida breve. Los libros que amas no se acaban nunca.

Ars











Exposición antológica del pintor eibarrés Jacinto Olave (1877-1957) en Salas Kutxa-Boulevard. Hasta el 19 de abril.











Requiem 1, de Diego Vasallo.

Muestra colectiva multidisciplinar bajo el nombre de Lieder a cargo de los artistas Diego Vasallo, Rafael Berrio, Thomas Canet, Joserra Senperena y Suso Sáiz en Galería Arteko. Hasta el 28 de marzo.























Exposición antológica del escultor aragonés Pablo Serrano (1908-1985) en el Museo de Teruel titulada Las huellas del caminante. Del 4 de marzo al 13 de abril.












Obra de James Benning.

Exposición colectiva con el título de Los tiempos de un lugar. En el Centro de Arte y Naturaleza (Huesca). Del 23 de enero al 29 de marzo.

Poéticas

Carminum I, 11

No pretendas saber, pues no está permitido,
el fin que a mí y a ti, Leucónoe,
nos tienen asignados los dioses,
ni consultes los números Babilónicos.
Mejor será aceptar lo que venga,
ya sean muchos los inviernos que Júpiter
te conceda, o sea éste el último,
el que ahora hace que el mar Tirreno
rompa contra los opuestos cantiles.
No seas loca, filtra tus vinos
y adapta al breve espacio de tu vida
una esperanza larga.
Mientras hablamos, huye el tiempo envidioso.
Vive el día de hoy. Captúralo.
No fíes del incierto mañana.

Horacio. (65-8 a.C.)


¡Y si después de tantas palabras,
no sobrevive la palabra!
¡Si después de las alas de los pájaros,
no sobrevive el pájaro parado!
¡Más valdría, en verdad,
que se lo coman todo y acabemos!

¡Haber nacido para vivir de nuestra muerte!
¡Levantarse del cielo hacia la tierra
por sus propios desastres
y espiar el momento de apagar con su sombra su tiniebla!
¡Más valdría, francamente,
que se lo coman todo y qué más da...!

¡Y si después de tanta historia, sucumbimos,
no ya de eternidad,
sino de esas cosas sencillas, como estar
en la casa o ponerse a cavilar!
¡Y si luego encontramos,
de buenas a primeras, que vivimos,
a juzgar por la altura de los astros,
por el peine y las manchas del pañuelo!
¡Más valdría, en verdad,
que se lo coman todo, desde luego!

Se dirá que tenemos
en uno de los ojos mucha pena
y también en el otro, mucha pena
y en los dos, cuando miran, mucha pena...
Entonces... ¡Claro!... Entonces... ¡ni palabra!

César Vallejo (Santiago de Chuco,Perú 1892-París 1938).

Multa paucis

La linterna mágica.

Una de las cosas que distinguen mi carácter, y que en él sirven de contraste a ciertos arranques impetuosos, es la grandísima flema con que muchas veces me detengo, aun en los parajes más públicos, a mirar objetos que son tenidos por la gente de frac y levita como indignos de llamar su atención; así no es extraño hallarme con tamaña boca abierta parado delante de una tienda de estampas contemplando una testa contrahecha de Napoleón, un Gonzalo de Córdoba patituerto o un Luis XIV jorobado, y allí me estoy largo rato para despedirme después con una sonrisa: tampoco es raro el verme detenido en medio de una calle, estorbando, si es menester, a los que pasan, para oír la ensarta de disparates con que un ciego publica el romance nuevo, donde se da razón de la batalla sangrienta de los doce Pares de Francia contra los moros mandados por don Juan de Austria.
Un día, no muy lejano de éste en que escribo, iba yo por una calle muy concurrida, cuando picó mi natural curiosidad un grupo de personas apiñadas alrededor de una especie de cajón pintado de verde y colocado sobre un trípode de cuatro palmos de elevación, y que tenía en el frente que daba a los espectadores un cristal de forma circular. Cada uno de los que se acercaban a mirar por él entregaba un par de cuartos a un hombre extravagantemente vestido, que tocaba el tamboril; mientras, un muchacho de unos doce años, cubierto de harapos y no tan limpio como cualquier cosa sucia, gritaba sin parar, diciendo:

-Vamos, señores; ¿quién por dos cuartos no ve todos los países de la tierra y de la luna? Reparen el ahorro de dinero que esto puede proporcionarles. Aquí, aquí, señores y señoras de ambos sexos, y verán, sin necesidad de estropearse corriendo en un carruaje, de marearse navegando, ni de morirse de hambre y de asco en las posadas, todo lo que pasa desde la isla del gigante Revientapanzas, situada en el cuerno izquierdo de la luna, hasta los trópicos del polo norte, y desde allí hasta la casa del Preste Juan de las Indias.

Los circunstantes pagaban e iban mirando uno después de otro por el cristal, retirándose después muy satisfechos; el muchacho gritaba más fuerte cuando disminuía el número, y así continuó por un largo rato; íbame yo a marchar, cuando le oí que decía entre varios otros despropósitos:

-Ea, señores, aprovechen el día, que esto no se logra sino una vez al año; saquen esos cuartejos que se les están pudriendo en los bolsillos, y prevengan otros por esta noche, que el maestro dará una gran función de magia en la calle de los Imposibles, número treinta, primera habitación bajando del cielo. Allí verán ustedes cómo se adivina lo que ha de venir, y se dice lo que cada prójimo piensa de los demás, y los demás de él.

Al escuchar esto me acerqué al que el muchacho llamaba maestro, y que en realidad le convenía este dictado en la ciencia de los embrollos y mentiras.

-Oiga, usted -le dije-, ¿sería usted capaz de alcanzar lo que pensarán de cierta obrita en cierto país que yo sé?

-Sí, señor, y por de pronto digo: que esa obrita se titula El jíbaro y usted es el autor.

Quédeme pasmado, y él añadió:

-No es extraño la turbación de usted; lo mismo sucede a todos; pero, perdone usted que no puedo entretenerme, y si quiere ver maravillas no deje de ir esta noche a mi casa.

En efecto, llegué a ella de los primeros, y después de aguardar cerca de dos horas, se corrió una cortina, y empezó la función por mi pregunta, que había sido la primera, después de un rato de música de pito y tamboril,

-Muchacho -dijo el charlatán-, métete dentro del diablo.

Así llamaba una cara disforme, mal pintada en un lienzo blanco, detrás del cual se metió el asqueroso muchacho.

-¿Estás ya listo?

-Sí, señor, ya estoy dentro.

-Vamos, pues; dime lo que ves; prosiguió el maestro, a guisa de magnetizador.

-Señor, veo una ciudad en que hay unos cuantos que oyen leer un libro: los unos ríen, los otros bostezan; qué bueno es esto, dicen unos; que malísimo, dicen otros; cada cual cree conocer mejor que los demás dónde está el mérito y dónde las faltas.

-Bueno, muchacho; y, ¿qué más?

-Hay uno que dice que el autor es rubio; otro que moreno, y otro que negro.

-Muchacho, sigue, ésos son unos tontos.

-Señor, hay una vieja que dice que es hereje.

-Chico, chico, deja esa vieja, que después de haber dado, como se dice, la carne al diablo, quiere dar ahora los huesos a Dios.

-Hay dos guapos mozos que en cada personaje ven un retrato de una persona que conocen.

-Pues dale un coscorrón a cada uno de esos guapos mozos, para que aprendan a ver la falta y no el culpable, y para que sean más nobles y no crean tan bajo al autor.

-Señor, señor, veo a dos que están a punto de desafiarse, porque el uno dice que el autor es frío, y el otro que demasiado caliente.

-Déjalos que se rompan las narices, que los dos piden peras al olmo.

Habló después el muchacho de infinidad de tipos, que no dejaron de servirme de diversión: poetas que jamás han escrito un verso, literatos que ¡Dios nos asista!, críticos ignorantes que hallaban un defecto en el perfil de cada letra, y amigos desconsiderados que todo lo aplaudían; finalmente dijo:

-Ahora alcanzo a ver unos señores muy comedidos que discuten sin enfadarse y que hacen con mucha calma sus observaciones.

-Pues sal de dentro del diablo, para que no digas algún despropósito contra esos señores, que deben ser hombres de talento.

Salió efectivamente de detrás de la cortina, y yo de la casa pensando en lo que había oído.

Al día siguiente fui a buscar al charlatán para que me dijera cómo supo todo aquello de ser yo el autor de El jíbaro.

-Muy sencillamente -me respondió-: días pasados estuve donde imprimen la obrita, allí le vi a usted y hasta leí una prueba vieja que me dio uno de los cajistas que es amigo mío. En cuanto a la opinión que de ella formarán, eso es cosa olvidada ya y poco más o menos de todas se forma la misma, según el caletre de cada uno de los que la leen.

¡Dichoso yo!, exclamé cuando me vi lejos de aquella buena pieza, dichoso yo que no seré juzgado según me ha predicho este perillán, porque en Puerto-Rico ni hay quien me crea de ninguno de los colores del iris, ni viejas que me tengan por hereje, ni guapos mozos que me consideren capaz de copiar a un individuo determinado para hacer públicos sus defectos, ni majaderos que me crean frío ni caliente; sino personas instruidas y juiciosas que me tienen por templado, cual conviene al escritor de costumbres, y ajeno a toda pasión mezquina, v lo que es más ni siquiera tengo un enemigo, y carezco de envidiosos émulos, porque carezco también del mérito que pudiera acarreármelos. ¡Dichoso yo! que estoy cierto de que al concluir de leer este libro dirán mis paisanos lo que yo dije al comenzarle: Es el fruto de muchas horas robadas al sueño y al descanso de una profesión noble y santa a que se dedica.


Manuel A. Alonso (San Juan, Puerto Rico 1822-1889)

Fragmenteando

"En primer lugar mencionaré a mi amigo y colega, el profundo y conmovedor escritor palestino Izzat Ghazzawi, con quien puede que discrepe en muchas cosas pero a quien considero, primero y sobre todo, una voz palestina comprometida, auténtica ventana a la dolorosa experiencia de los palestinos en el último medio siglo, un excelente escritor, un maravilloso ser humano y -si se puede decir- un querido amigo.
Habrá discrepancias, perspectivas diferentes, ideas diferentes entre nosotros. Nada más natural : hasta en la sociedad palestina es difícil que dos personas se pongan de acuerdo y en la sociedad israelí es muy difícil que dos personas se pongan de acuerdo. Pero sorprende comprobar cuántas zonas de acuerdo, de acuerdo parcial, existen entre el señor Ghazzawi y yo.
Los europeos bienintencionados, los izquierdistas europeos, los intelectuales europeos, los liberales europeos siempre necesitan saber, primero y sobre todo, quiénes son los chicos buenos y quiénes son los chicos malos de la película. En este sentido, Vietnam era muy fácil. Se sabía perfectamente que los vietnamitas eran las víctimas y los norteamericanos el bando de los malos. El apartheid era muy claro : se podía discernir con facilidad que el apartheid era un pecado y la lucha por la liberación nacional, por la igualdad y por la dignidad humana, un derecho. Por un lado, la lucha entre colonialismo e imperialismo, y, por otro, las víctimas del colonialismo e imperialismo. Es relativamente simple : es fácil decir quiénes son los buenos y los malos.
Cuando se trata de los fundamentos del conflicto árabe-israelí, en particular los conflictos palestino-israelíes, las cosas no son tan simples. Y mucho me temo que yo no lo pondría más fácil diciendo : éstos son los ángeles y aquéllos los demonios. Sólo hay que apoyar a los ángeles y el bien prevalecerá sobre el mal. No es tan simple, porque el conflicto palestino-israelí no es una película del salvaje Oeste. No es una lucha entre el bien y el mal, más bien lo considero una tragedia en el sentido más antiguo y preciso del término : un choque entre derecho y derecho, entre una reivindicación muy convincente, muy profunda, muy poderosa, y otra reivindicación muy diferente pero no menos convincente, no menos poderosa, no menos humana.
Los palestinos están en Palestina porque ésta es la patria, la única patria de los palestinos. Igual que Holanda es la patria de los holandeses o Suecia la de los suecos. Los judíos israelíes están en Israel porque no hay otro país en el mundo al que, como pueblo, como nación, puedan llamar hogar. Sí como individuos pero no como pueblo, no como nación. Los palestinos han intentado, a regañadientes, vivir en otros países. Fueron rechazados, a veces incluso humillados y perseguidos, por la supuesta << familia árabe >>. Se les hizo tomar conciencia de la manera más dolorosa de su << palestinidad >>; no fueron aceptados como libaneses, ni como sirios, ni como egipcios, ni como iraquíes. Tuvieron que aprender con dureza que son palestinos y que Palestina es el único país al que pueden aferrarse.
Curiosamente, los judíos han tenido una experiencia histórica un tanto paralela. Fueron expulsados a patadas de Europa. Así sucedió prácticamente con mis padres hace unos setenta años. Igual que los palestinos fueron expulsados a patadas primero de Palestina y luego de casi todos los países árabes. Cuando mi padre era niño en Polonia, las calles de Europa estaban cubiertas de pintadas como <<¡ Judíos, a Palestina !>>, y a veces menos amables : <<¡ Malditos judíos, a Palestina !>>. Cuando mi padre volvió a Europa cincuenta años después, las paredes estaban cubiertas de pintadas como <<¡ Judíos, fuera de palestina !>>.
Muchos europeos siguen enviándome fantásticas invitaciones para pasar un fin de semana de ensueño en un delicioso centro turístico con compañeros palestinos, colegas palestinos, amigos palestinos, para que aprendamos a conocernos, a gustarnos, a tomar una taza de café juntos, a darnos cuenta de que ninguno de nosotros tiene cuernos ni rabo, con el fin de que el problema desaparezca. Dicha actitud se basa en una idea sentimental, muy extendida en Europa, de que todo conflicto sólo es en esencia un malentendido. Un poco de terapia de grupo, un toque de orientación familiar y todo el mundo a vivir feliz. Pues bien, traigo noticias tristes : algunos conflictos son muy reales, mucho peores que un malentendido. Y también traigo noticias sensacionales : me temo que no hay ningún malentendido esencial entre judíos israelíes y árabes palestinos. Los palestinos quieren la tierra que llaman Palestina. Tienen razones muy poderosas para quererla. Los judío israelíes quieren exactamente la misma tierra por exactamente las mismas razones, cosa que entraña al tiempo un profundo entendimiento entre las partes y una tragedia terrible. Por muchos ríos de café que bebamos juntos no se extinguirá la tragedia de dos pueblos que reivindican -creo que con razón- el mismo pequeño país como su única patria en todo el mundo. Tomar un café juntos es maravilloso y lucharé por ello, especialmente si se trata de café árabe, que es infinitamente mejor que el israelí. Pero el problema no se va a solucionar tomando café. Se requiere algo más que café y entenderse mejor. Se requiere llegar a un acuerdo, a un compromiso doloroso. Y la expresión << llegar a un acuerdo, a un compromiso >> tiene una reputación nefasta en la sociedad europea. Especialmente entre los jóvenes idealistas, que siguen considerando que llegar a un acuerdo es oportunista y algo artero y oscuro que implica falta de coraje. No en mi vocabulario. Para mí la expresión << llegar a un acuerdo >> siginifica vida. Y lo contrario de llegar a un acuerdo no es idealismo ni devoción. Lo contrario es fanatismo y muerte ..."

Amos oz. Contra el fanatismo. Biblioteca de ensayo Siruela, 2003.

Cajón de duendes





















Nature Mort XXII

























Nature Mort XXIV

























Nature Mort XXIII





















Sponge






Morella Muñoz-Tébar (Caracas, 1964) es fotógrafa y diseñadora. Estudió Diseño Gráfico en el Instituto de Diseño Fundación Newmann (Caracas) y Fotografía en el International Center of Photography (New York). Ha sido durante años Coordinadora de la Unidad de Fotografía del Museo de Arte Contemporáneo de Caracas Sofía Imber.

Liber-bri










Obama, la voz del cambio.

Autor : Jerónimo Andreu.

Ilustración portada : Iván Solbes.

Ediciones S, Madrid, 2009.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

domingo, 30 de noviembre de 2008

Entrevista

Julia Otxoa, escritora.

"La revolución más necesaria en nuestros días es la de la sensibilidad".





















Julia Otxoa (Donostia, 1953) es una de las imprescindibles de la letras vascas. Publica su primer poemario Composición entre la luz y la sombra en 1978 aunque su obra comprende también narrativa, poesía visual, ilustración, ensayo, pintura, fotografía etc.
Van de la mano en su trayectoria vital, compromiso, ética y estética, conjugándose como únicos estandartes válidos frente al "paisaje de miedo y muerte", frente a la barbarie.


¿ Somos de donde leemos ?

Me gustaría responder que soy del lugar de mis interrogantes. Pero qué duda cabe que nuestras lecturas influyen en nuestra formación intelectual, en nuestra existencia, modifican nuestra mirada, nuestro sentimiento sobre las cosas. Pero realmente si hablamos de donde somos, eso es algo mas complejo, mi sentimiento de pertenencia es un espacio espiritual en el que se interrelacionan, vivencias, geografías físicas y anímicas, equipaje cultural, etc. Considero que tanto mi obra literaria como gráfica es fruto de un equipaje cultural amplio y diverso que se nutre de múltiples fuentes procedentes de la literatura, la filosofía, el arte, la botánica, la historia etc. Sería preciso tener también en cuenta la resonancia que tiene en la obra de una autora o autor haber nacido en una geografía determinada, en un contexto familiar, social,cultural que conformará en cada caso una trayectoria personal diferente.

Porque en definitiva, el equipaje cultural del que surge mi ser, mi obra, no solo lo forman los libros que leo, la música que escucho, los pintores, escultores,fotógrafos que admiro también lo construye mi propia experiencia personal, el tiempo de luces y sombras que me rodea. Todo cuanto percibo forma ese universo vivido del que nace mi obra. Pero sobre todo mi ser lo forman mis preguntas, ese es mi equipaje que va transformándose a lo largo de los años, la brújula de mis búsquedas tanto en mi vida como en la Literatura o en el Arte.

¿ Es el poeta un exiliado perpetuo ?

Sí,la poesía pertenece mas al náufrago que al navegante. Recuerdo aquí la razón poética que propugnaba la filósofa Maria Zambrano , esa que saca a la filosofía del soberbio pedestal en la que parecía tan cómodamente instalada como gran diosa en su análisis del ser. La naturaleza abierta de este modo de pensamiento encarnado en poesia, concibe el ser en su inaprensible esencia de mutabilidad y discontinuidad entre los otros, desde la maravillosa indigencia del saberse nómada de sí mismo, milenario peregrino que balbucea en medio de espejismos. Metafísica poética asumiendo la luz y la noche que somos.

El pensador necesario sería por lo tanto el poeta, ese caminante que alejado de las rutas señalizadas por la costumbre, explora tal vez desnudo a cada instante , otras rutas marginadas , soñadas, sabiendo que todo puede ser cuestionable en su relatividad , porque , ¿Qué es sino interpretación temporal cuanto pensamos y creemos como conocimiento? Todo relativo, excepto esa enamorada, misericordiosa mirada hacia el otro, hacia cuanto existe, imprescindible para la común navegación dentro de este frágil cascarón de la condición humana. Andamio de huesos, humilde cuenco de tierra desde el que pensar el cielo y el corazón de los volcanes. Sí, posiblemente el corazón del poeta arde siempre en el exilio, iluminando la noche.

¿ Hablar de poesía es hablar de mayéutica ?

Sí, pero sin el magisterio socrático que implica la mayéutica entendida desde el concepto de maestro y discípulos que nos ha sido transmitido por la filosofía griega. Es decir la poesía recogería en su misma esencia el mensaje mayéutico pero sin mediar la voluntad de aleccionar, tan solo existiendo en sensibilidad, ya que esencialmente, hablar de poesía es hablar de percepción sensible del mundo, y cuando se da esta circunstancia las preguntas vienen como un modo natural de conocimiento, la sensibilidad, la humanidad hacia cuanto existe, es el motor de nuestra curiosidad, de nuestro conocimiento,de nuestra relación con los demás, de nuestro propio crecimiento existencial.

¿ Vivimos en la Edad de los bárbaros ?

Sinceramente, echando una mirada a la historia de la Humanidad,toda ella me parece haber transitado siempre por la edad de los bárbaros En mi caso personal, un ejemplo, soy hija del bando vencido en la guerra civil española, con mi abuelo materno, Balbino García guarda forestal en la sierra de Urbasa,asesinado en Eulate (Navarra ) el 7 de septiembre de 1936 por un comando franquista por el solo hecho de pensar diferente y recibir “El socialista” un periódico que existía entonces, y arrojado junto con un maestro de un pueblecito cercano a quien también mataron, a una sima de la sierra de Urbasa , sima a la que los pastores solían arrojar el ganado muerto. Guerra Civil en la que también murieron presos en sendos penales dos de los ocho hijos de Balbino, mi abuelo, mis tios, Luis García,anarquista de 20 años,y Clemente García ,republicano de 35. A ninguno de ellos llegué a conocer, sin embargo agradezco a mi familia el que jamás me transmitieran odio alguno por estos brutales acontecimientos , pero si la importancia de mantener viva una memoria de unos hechos por la dignidad de las victimas y la esperanza de que actos de tal barbarie jamás volvieran a ocurrir.

Tras todo esto, me tocó y me sigue tocando como a muchos de nosotros sufrir por el dolor de los otros, en este paisaje de miedo y muerte de la violencia de ETA en el País Vasco,es decir, mi memoria personal habla de una huella constante de barbarie que no ha mermado ni un ápice en mi los sueños de un mundo mejor, más humano.En definitiva, si la crueldad existe en la condición humana también existe en el hombre la capacidad de amar, la capacidad de vivir desde el librepensamiento, el soñar y luchar por la dignidad y la justicia, por un tiempo humanizado por una convivencia de respeto a lo diferente. La edad de los bárbaros continúa pero también es única e insobornable nuestra capacidad de amar y soñar en libertad , de vivir en paz. La literatura,el arte,la cultura en general tiene que ser testigo de su tiempo y eso conlleva la necesidad de no callar ante la gélida huella de la crueldad.

Cernuda, Lorca, Kafka, Zambrano, Chejov, Walser.

Todos ellos, excepto Cernuda permanecen dentro de mi interés actual, y hago la excepción de Cernuda, no porque considere que es un mal poeta, todo lo contrario lo considero un poeta esencial y de una contemporaneidad absoluta, si hago la excepción es porque dentro de mis lecturas actuales son otros los nortes, que en mi caso pasarían por regresar frecuentemente a la lectura de Kafka, Zambrano, Lorca, Chejov, Walser….Ocurre que el interés que experimentamos en determinadas épocas por algunos autores evoluciona con el tiempo, y hay escritores que al igual que un querido y necesario paisaje se regresa y otros a los que no, cumplieron nuestras expectativas de lectura en un tiempo y ahí quedaron.

Kafka, Zambrano, Lorca…etc siguen siendo para mí una rica fuente de evocaciones y de respuestas éticas y estéticas, viejos amigos que acompañan y dan consuelo, esperanza y calor en el camino.

Obama.

Puede ser el necesario cambio que no sólo América también el mundo entero espera, ese imprescindible giro político, social y cultural hacia un pensamiento progresista, que abogue mas por la defensa de los derechos humanos en la relación entre los países y los ciudadanos que por un orden mundial basado en el militarismo y el pensamiento único.



















Antimilitarismo.


Schopenhauer : la contemplación estética nos liberará del dolor.

Más que la contemplación estética yo defiendo la acción estética, en la que vida y obra se confunden y enriquecen en un todo único, en una sola percepción y acción en la que estética y ética son indisolubles.
La sensibilidad, raíz esencial en ese binomio es la que transformará en claridad la adversidad, la que hará evolucionar el dolor en un mayor crecimiento espiritual.

La naturaleza, imprescindible.

Tengo escrito en alguno de mis libros cuyo título no recuerdo ahora este poema:
“Nunca oraba en el interior de los templos, siempre lo hacía fuera, en el paisaje”.
La Naturaleza es la que hace posible la vida, que podamos existir, respirar. Nuestra relación con ella no puede ser otra que filial. A menudo experimento el sentimiento
de lo sagrado observando , caminando en medio de un bosque, junto al mar, bajo las estrellas…Cuando el hombre agrede a la Naturaleza, se olvida de ella en aras de un malentendido “progreso” se adentra en el camino de la autodestrucción. Terminaré como he comenzado con otro de mis poemas:

“También la libélula y la lagartija
como el Quijote o Hamlet
son páginas del libro prodigioso del universo”

¿ Son lo microrrelatos píldoras contra la indiferencia ?

Frecuentemente suelen preguntarme el motivo de mi elección del género breve como forma narrativa para mis relatos, en realidad no fue tanto elección como hallazgo, un buen día descubrí que el poema iba transformándose en otro paisaje en el que aparecían figuras, voces, que tenían historias que contar, el resultado final fue que el poema dio paso a la narración, pero sin abandonar aquellas herramientas de concisión y brevedad propias de las imágenes poéticas.

Me encontré por tanto escribiendo lo que los estudiosos del género denominan microrrelato, sin embargo tengo que decir que no trabajo el texto de un modo sujeto a un género determinado, sino que por el contrario, son las propias necesidades expresivas las que van condicionando la elección de una u otra opción narrativa en la consecución de mi propio deseo como escritora, utilizando el término deseo desde su significado de pasión como motor en el territorio indagatorio.

Por otro lado este tipo de narración me proporciona la posibilidad de un espacio literario abierto, lúdico, en el que utilizar la ironía, el misterio, el juego intelectual, literario y lingüístico, como ingredientes esenciales en la estructura narrativa que me interesa clara y concisa.

Sin embargo, lo sugerido, lo entrevisto, es tan esencial en mis textos como aquello específicamente narrado en ellos. Me atrae especialmente esa otra lectura no lineal que atraviesa la aparente invisibilidad de las cosas, para percibirlas de un modo no marcado por la costumbre. Trato por ello en algunos de mis relatos de descontextualizar circunstancias, textos, unidades simbólicas, formulándolas de un modo diferente en el tiempo de la ficción, en contraposición al ámbito cerrado de los discursos habituales sobre lo real.

Me planteo el ejercicio de escribir como mirada múltiple sobre la propia escritura y lo narrado, la literatura como arte combinatoria de universos simbólicos abiertos a múltiples lecturas e interpretaciones. Como viaje a través de la ficción hacia el ámbito público o privado de nuestro tiempo, a la memoria, a la Historia, al Arte, a la propia realidad del lenguaje como equipaje heredado, susceptible de ser reimaginado y transformado en la narración , en definitiva, concibo la literatura como proyecto móvil, como indagación en el camino de la fragilidad y el enigma prodigioso que somos. El viaje de la creación es para mí un apasionado recorrido por una red de interrogantes y paisajes ficcionales que se entrecruzan en la representación construida sobre un entramado de alegorías .
Que duda cabe que el microrrelato es un género, que aunque aparentemente dada su brevedad formal pueda parecer de fácil lectura, resulta todo lo contrario, este tipo de historias suelen requerir frecuentmente dos o mas relecturas, dado que es un género en el que lo sugerido, lo entrevisto es tan esencial como lo mostrado, y a menudo suele implicar al lector mas activamente que otra clase de géneros. Bien podría decirse, que sí, que el microrrelato es un detonador para la atención activa del lector, un antídoto contra la indiferencia .

¿ A qué autores leía cuando era adolescente ?

Si la memoria no me falla podría nombrar algunos, seguro que no a todos, pero de los que todavía recuerdo: Vicente Aleixandre, Federico García Lorca, Antonio Machado, Fedor Dostoyevsky, Vladimir Mayakovsky, Simone de Beauvoir, Albert Camus ( éste último todavía sigue leyendo, y sigue siendo para mí de absoluta actualidad) , seguro que habría más, pero al menos son éstos los que recuerdo con mas viveza.


¿ Qué elementos debe tener un microrrelato ?

Concisión, brevedad, juego, misterio…Creo que lo he explicado en una respuesta anterior

La poesía visual.

En la panorámica del Arte Actual no hay una definición concreta para la Poesía Visual, experimental etc , ya que ésta puede participar a un mismo tiempo de múltiples disciplinas artísticas interrelacionadas , en un poema experimental puede haber fotografía, pintura, letrismo, música etc , puede ser incluso una pequeña instalación, un video etc, la definición actual de poesía experimental seria la “no definición”, un campo de investigación y expresión transfronterizo, un laboratorio abierto a ilimitadas intervenciones y expresiones estéticas. Como creadora no creo demasiado en las definiciones cerradas de los géneros literarios o artísiticos, me interesa esencialmente la calidad de su resultado final , las posibilidades combinatorias en sus estructuras formales , la diversidad de puntos de miras sobre las cosas abierta a todas las preguntas, a todas las investigaciones, a todos los caminos.












Academia

Desde que los egipcios comenzaron con sus epigramas los primeros poemas experimentales de la Humanidad, la poesía experimental ha evolucionado rápidamente, hoy se trata de que realidad objetual de siglo XXI responda a las inquietudes y a las interrograntes de los artistas contemporáneos. Considero que esa es la función de toda Estética, sea cual sea su herramienta de expresión formal, responder a las propias preguntas del autor y por ende a las interrogaciones y necesidades de su tiempo.

Por otro lado mi trabajo como escritora siempre ha ido paralelo al de mi investigación dentro de mi obra gráfica : dibujos, collages, ilustraciones, poesía experimental, objetos.

















Gato maniquí (ilustración infantil).



Digamos por tanto que tanto mi obra literaria poemas, relatos, ensayo, etc como mi obra gráfica participan de la misma raíz de búsqueda dentro de mi proyecto creativo. Únicamente que dentro de ese proceso formal y conceptual hay momentos en que la expresión precisa ser escrita y otras veces plasmarse mediante el color, la imagen, el grafismo o el objeto poético tridimensional o bidimensional , pero todo pertenece a la misma interrogación intelectual y personal.

Para terminar y antes de pasar a las imágenes de mis poemas visuales, decir que dentro del amplio universo de manifestaciones artísticas que me interesan dentro del campo de la poesía visual , estarían el constructivismo ruso en todas sus vertientes, el dadaísmo, el surrealismo, el expresionismo, el minimalismo dentro de la multiplicidad de resoluciones conceptuales, las performances, las instalaciones, los poemas objetos ( ,Duchamps, Joan Brossa etc. ) es decir, la poesía experimental en todas sus manifestaciones que en nuestros días son prácticamente ilimitadas como conjunto de disciplinas estéticas interrelacionadas.

En el siglo XIX se produce una laicización de la enseñanza; ¿ es necesario un siguiente paso : potenciar la sensibilidad ?

Yo diría que es el paso imprescindible la educación en sensibilidad, de la percepción en sensibilidad surgirá luego la acción estética, humana. La revolución mas necesaria en nuestros días es la de la sensibilidad. Sin sensibilidad no hay persona, no hay convivencia, no hay futuro.

¿ En qué proyectos trabaja actualmente ?

Concluyo un libro de poesía visual que recoge mi trabajo en estos últimos 15 años y que se publicará en el 2009. Espero la traducción al árabe de mi libro de relatos “Un extraño envío” por parte del departamento de filología de la Universidad de Casablanca en Marruecos, y que se publicará también en el 2009, y tengo pendiente de selección una abultada carpeta con relatos de estos últimos años, para su posible publicación en un futuro…y en la escritura de un par de relatos en clave irónica, uno sobre el mundo de los museos y el otro sobre la ontología de los términos bursátiles.

Poéticas


ODISEICA (casi hegeliana)

ULISES
posando verbalmente en un momento de duda

Yo, Ulises, que paseo a solas
por las playas feacias, me pregunto:
“¿Para qué sirve Ulises?”.

Ulises sirve para contar historias
a Nausícaa, que muy agradecida
le vistió ricamente, porque llegó desnudo.
Ulises es antiguo:
vive en un mundo ingenuo que confunde
saberes con lenguaje, realidades
con signos. Sólo así se explica
que los demás le crean, y le cambien
las palabras por cosas. Sin embargo,
él es más astuto, él es el único
que pudo atravesar indemne
los cantos de sirenas
(pues no son de verdad: así de fácil).
Pero ahora Ulises, mercader de cuentos
que acaba de venderlos todos
(no ya por una ropa: es una ropa
de semidiós, es el prestigio),
ahora se pregunta: “¿Adónde?”.
Tras Ítaca (esa excusa tan larga y diferida),
¿qué queda para Ulises?

Ulises al final llevará un remo
al centro de la tierra para seguir contando
donde no lo conozcan,
donde haya Nausícaas que aún confundan
un viejo caminante con un héroe de Troya,
un remo con el mar (por ignorancia
o por juego: claro que no es lo mismo, pero
tendrá que dar igual).
Son cosas que Penélope no entiende.

Yo, Ulises, que tiendo mi mirada
por los lomos equinos de las olas
(mientras finjo que ignoro si piso arena, oro,
agujas, alquitranes o condones),
me digo: “Oh, Ulises, vivir
no es necesario. Sólo es necesario
fabular”.



Ana Mourier. Libro de los Pájaros, Col. de Pliegos de Poesía “Siete Mares” (Cádiz, Diputación), 2006, nº 2

Ars

EXPOSICIÓN











Exposición de pintura del artista Urko Ugarte en el Centro Cultural Lugaritz (Barrio del Antiguo), Donostia.

Del 7 de enero al 31 de enero.


EXPOSICIÓN

Exposición 12 x 12. Pasai San Pedro. Obras de pequeño formato. Participan : Ricardo Iriarte, Xabier Bastarrika, Maite Sagarzazu, Morella Muñoz-Tébar, Urko Ugarte,....

Del 12 de diciembre al 7 de enero en Pasai San Pedro. Después pasará por Hendaya y Huarte.


EXPOSICIÓN






















El ilustrador alemán Quint Buchholz (Stolberg, 1957) expone obras pertenecientes a su libro El coleccionista de momentos.

Del 1 de octubre al 31 de mayo en la Biblioteca Central (Donostia).

Multa paucis



El maestro.

A P.M., que me contó esta historia.

Cerró la puerta de casa de un tirón. Luego bajó en el ascensor, cruzó el zaguán y, poniendo un pie en la calle, pensó: «¿Cómo será, Dios mío, cómo será?» Se puso el abrigo y empezó a caminar apresuradamente; cruzaba los pasos de peatones sin mirar, como un sonámbulo, y repetía todo el tiempo: «¿Cómo será, Dios mío, cómo será?»
Al llegar a una esquina giró a la derecha y a continuación enfiló una callejuela. Quería evitar la puerta del café al que acudía a diario. Imaginó que allí estarían sus conocidos, abotargados, borrosos tras el humo del cigarro. «¿Adónde vas con tanta prisa, Luis?», preguntarían. Mientras avanzaba, sintió que perdería un tiempo precioso explicándoles lo que llevaba entre manos.
Siguió andando a buen ritmo, sin alzar la vista del suelo más que para mirar su reloj, y pronto alcanzó el bulevar de plataneras. Sólo entonces, al sentir el aire cálido en sus sienes plateadas, se apeó de su obsesión pensando que no tardaría en llegar la primavera.
Finalmente arribó a su destino. Nunca había tardado tan poco. Aquello le animó: pensó que aún estaba en forma. Llamó al interfono con energía e inmediatamente le abrieron. Entró al inmueble, que era inmenso y oscuro, y en la fresca penumbra del rellano sintió frío. Aunque traía el abrigo en la mano desde la mitad del camino, notaba toda la espalda transpirada. Entonces, sorprendido, vio que el ascensor se encontraba averiado y se resignó a subir los nueve pisos a pie.
Tenía tantas ganas de llegar que subió las escaleras de una vez. Cuando alcanzó el taller las gotas de sudor le caían por la cara como si acabara de salir de la ducha. Necesitó un par de minutos para retomar el aliento y poder hablar. Mientras tanto, Juan le esperaba con la puerta abierta.
–Entra —dijo—. Después, di sinceramente qué te parece.
La pieza estaba en el centro del taller, sobre un pedestal, en la semioscuridad de la habitación. Se hallaba tapada misteriosamente con una sábana y todo a su alrededor parecía cubierto de un polvillo marrón salpicado con pepitas del mismo color.
-¿A qué esperas? —dijo Luis con impaciencia—. Vamos, destápala.
Juan levantó la persiana y la luz entró a raudales por el ventanal. Luego se acercó a la pieza y pellizcó la tela con la punta de los dedos.
—Aquí la tienes —dijo.
Luis tardó varios segundos en reaccionar. Se acercó. Dio varias vueltas en torno a la obra como un galgo rodeando una presa recién abatida. Mantenía los ojos achinados y casi la rozaba con la punta de su nariz corva.
—Es perfecta —exclamó al fin; y a la vez que decía esto vio que Juan se relajaba desinflándose como un globo.
—Ahora sólo falta el toque del maestro —dijo Juan.
En efecto, se podía decir que era una verdadera obra de arte, con el mérito añadido de ser la primera escultura de un pintor. Luis no podía dejar de observarla: «Ése soy yo», se decía, divertido, «Ése soy yo». Bromeando, la imaginó con sus gafas de miope, con un sombrero, con su gorra de pasear. Se figuró que de tan realista podría empezar a hablar en cualquier momento. No veía qué podía faltarle.
Pero Juan insistía en que necesitaba el toque final. Para conseguirlo tenían que bajar la pieza hasta el garaje y llevarla en coche a la casa del maestro.
Al principio intentaron sacarla entre los dos, sosteniendo cada uno por un extremo; pero pronto vieron que podrían lastimarla. Entonces decidieron que la bajarían por turnos. Al hacerlo comprobaron que la obra pesaba más de lo imaginado. Fue Juan, el más fuerte de los dos, quien logró sacarla hasta el descansillo mientras Luis mantenía la puerta abierta. Ignoraban que ahora venía lo más difícil.
El descenso de los nueve pisos fue penoso. Debieron turnarse infinitas veces para transportar la pieza. Tardaron más de una hora en descender las nueve plantas y la obra estuvo a punto de despeñarse escaleras abajo en varias ocasiones. Al llegar al garaje tenían la espalda dolorida y los brazos entumecidos, rígidos como garrotes. Habían afrontado el descenso con optimismo, pero ahora no sería fácil decir quién traía peor humor.




Salieron del garaje. Tomaron la carretera y circularon sin sobresaltos hasta las afueras de la ciudad. Venían algo más calmados, sintiendo el airecillo tibio, cuando, de repente, todo estuvo a punto de irse al traste. Mientras avanzaban por una avenida, otro vehículo cambió de carril invadiendo el que ellos ocupaban. Sin dar intermitente, abandonó la calzada principal para tomar una salida a mano derecha. «¡Frena!», gritó Luis, y viendo que no detenía el coche dio otro alarido que sonó como un balazo: «¡Para!». Juan pisó el freno a fondo y los dos automóviles evitaron el impacto por unos centímetros.
La pieza, por suerte, estaba intacta.
Cuando llegaron aún no se habían repuesto del susto. Abrió la puerta un ayudante del maestro, quien les invitó a pasar al salón. Allí, indicó que esperaran: «No tardará en llegar». Sentados en un sofá observaron las paredes y estanterías repletas de condecoraciones y fotografías del maestro con personajes ilustres. Sus esculturas poblaban todos los rincones de la sala. La habitación, pensaron con desagrado, era lo El maestro llegó pronto. Apareció caminando muy despacio, con un guardapolvo de hule y restos de arcilla por los antebrazos. Tenía el pelo cano y el rostro arrugado. Cuando les saludó notaron sus manos pequeñas y su piel fina, como de mujer. Había sido avisado de la visita con antelación, pero parecía estar de mal humor, como si acabaran de interrumpir su trabajo.
–Dígame qué le parece –dijo Juan, sin poder aguantar un segundo más, mientras hacía el ademán de levantar la sábana.
–Aquí no –atajó el maestro–. Mejor vamos al taller.
Avanzaron por un pasillo hasta llegar al taller. Cuando se abrió la puerta les impresionó ver el caos que reinaba en él. El lugar apestaba a una mezcla de arcilla y resina y las gubias, cinceles, martillos y otras mil herramientas que yacían por el suelo daban la sensación de que por allí acababa de pasar un huracán. Por todas partes había esbozos de figuras así como imágenes amorfas, algunas de ellas descabezadas.
El maestro apartó unos trastos con el pie y señaló un pedestal.
—Ponedla aquí sin la sábana —dijo.
Los amigos obedecieron inmediatamente.
Al verla, el maestro permaneció unos segundos en silencio, sin pestañear. Miró la parte posterior unos instantes. Después escrutó los laterales y tanteó el volumen por los costados, palpando con las yemas de los dedos. Tras limpiarse en el guardapolvo giró la figura y se separó para observarla con más perspectiva. Hasta el momento no realizaba correcciones. Sólo interrumpía su silencio con breves gruñidos, de los que no se desprendía valoración alguna. Entretanto, Luis y Juan le miraban atónitos, sin atreverse a pronunciar una palabra.
Lo inesperado llegó al examinar la parte anterior, la más importante. Para sorpresa de los dos amigos, el maestro desgarró la oreja izquierda y la aplastó violentamente sobre la cabeza.
—Está mal —dijo.
A continuación hizo lo mismo con la otra oreja, solo que esta vez esclafó el barro con más fuerza.
—Mal —insistió—. Está mal.
Luis y Juan se miraron perplejos, sin saber qué hacer. Al mismo tiempo, el maestro comenzó a dar vueltas por la estancia requiriendo su escoba.
—¿Dónde estás, maldita? —repetía en voz alta.
Miró en los armarios, por debajo de las mesas y entre los infinitos trastos arramblados por la habitación.
—¿Dónde estás, maldita?
«¿Para qué demonios querrá la escoba?», se preguntaron.
La respuesta no se hizo esperar. El maestro encontró la escoba detrás de la puerta. Sin apartar la vista de la figura la blandió firme con ambas manos. Entonces se acercó y le descerrajó un golpe que hendió la cabeza en dos mitades limpias, como un cuchillo tajando un limón.
Los amigos se quedaron paralizados.
—Pero ¿qué hace? —exclamaron.
El maestro no respondió. Siguió ensañándose con la figura, propinándole unas sacudidas eléctricas, brutales, que dolían a los amigos como si ellos mismos recibieran los golpes.
En ese momento, alertado por el ruido, entró en la habitación el ayudante del maestro.
—¿Qué es este alboroto? —preguntó.
Al oírle, el maestro detuvo su arranque de ira. Se giró escoba en mano y le miró con expresión de lunático.
—Una provocación —contestó—. Es una provocación .


Gonzalo Gómez Montoro.

Ilustraciones de Urko Ugarte.

Fragmenteando


"...Cuando íbamos a penetrar en el interior del caserío donde se hallaban las esculturas y pinturas de Basterrechea, se nos acercó un viejo baserritarra . Oteiza le saludó en euskera, con efusión. El hombre dio unas cuantas precisiones sobre el tiempo y las cosechas, con ese tono pesimista que gustan de emplear nuestros campesinos, y después se alejó, danba, danba, hacia una huerta cercana.
Una vez dentro del caserío-estudio, Oteiza nos fue mostrando todas las esculturas de Basterrechea, comentándolas de una en una, detenidamente. Hablaba con entusiamo de la última evolución de este gran artista, que le ha llevado a su actual etapa cosmogónica.
Por cierto que, en compañía del propio Oteiza, visité hace ya unos años, aquí en San Sebastián, una exposición del pintor guipuzcoano Cabanas Erausquin, la primera que hacía tras su prolongado período americano. Recuerdo que toda la obra que traía Cabanas estaba inspirada en la mitología peruana y tenía un sello vagamente totémico y misterioso.
- Esto mismo que has hecho con el Perú -le indicó Jorge al pintor cuando terminamos de recorrer la exposición-, ¿ por qué no intentas hacerlo con nuestro mundo mágico vasco ?
Cabanas quedó pensativo. Yo diría que, por un momento, la idea de Jorge le fascinó. Pero probablemente, la necesidad de regresar a América le hizo desistir del empeño.
Pues bien, esta es, precisamente, la empresa que ha acometido últimamente Néstor Basterrechea. Aunque puede que la ilusión generativa le viniera de muy atrás, puesto que ya Don José Miguel Barandiarán nos has explicado cómo por los años 53 al 55, primeramente en Aránzazu y después en San Juan de Luz, Basterrechea le manifestaba su profundo interés por adentrarse en las viejas raíces del humanismo vasco y por estudiar todos aquellos símbolos que pudieran emerger de nuestra prehistoria.
Pero, veo que nuevamente divago. Presentía que ello me ocurriría más de una vez a lo largo de las páginas de este libro y por eso me he apresurado a poner en guardia al lector. Perdón, pues, otra vez. En fin de cuentas se trata del clímax oteiciano.
Estábamos en que Jorge nos fue mostrando una a una las esculturas de Basterrechea. Y quiero dejar aquí constancia de que, si alguna vez he lamentado no llevar conmigo el magnetófono, fue precisamente ese día. Porque, de pronto, tras haber ido explicando con palabra inspirada las sugestiones que brotaban de cada obra, en la última de las salas que visitábamos, Oteiza entró, como si dijéramos, "en trance" y nos dio -y creo que se dio a sí mismo- una plática memorable. No supe entonces, ni sabría ahora, definir si "aquello" fue una conferencia, o una lección, o una arenga, o un poema, o un sermón. Puede que tuviese un poco de todo, aunque, a decir verdad, el aspecto deontológico fue el que predominó a lo largo de su predicación. Tras analizar las últimas obras de Néstor, Oteiza se refirió a la importancia del análisis comparado en las artes y en la literatura, señalando el interés que, desde el punto de vista cultural vasco, tendría el establecer un paralelismo entre las figuras que acabábamos de ver y sus respectivos entronques en el campo de la música, de la literatura, de la poesía...
Habló con exaltación durante largo rato, emitiendo mil ideas a cual más originales, atrayentes e inesperadas. Y, de pronto, dirigiéndose a los tres jóvenes estudiantes, les indicó que habían elegido un camino áspero, incómodo y difícil para transitar por la vida. Un camino en el que se conocían muchas penalidades y se ganaba poco dinero.
- Aquí me tenéis a mí -dijo-. Ya lo acabáis de ver : un escultor que llega a viejo y, por no tener, no tiene ni siquiera su propio estudio...
Hizo una breve pausa y en seguida prosiguió con repentina animación.
- Pero habéis acertado, muchachos. Habéis elegido el camino de los privilegiados. El camino de los creadores. Sin embargo, quiero advertiros una cosa : si queréis acertar del todo, si de verdad queréis llegar lejos en vuestras carreras, empezad por amar a los humildes..."

Miguel Pelay Orozco. "Oteiza" (Editorial La Gran Enciclopedia Vasca, Bilbao, 1978).

Cajón de duendes















Fotografía de Urko Ugarte.

Liber-bri





Poesía. Patti Smith. Selección de Benjamín Prado. Traducción : Eli Tolaretxipi. Bassarai, 2008.








Elegías romanas. Johann Wolfgang von Goethe. Versión de Jesús Munárriz. Hiperion, 2008.










Que. Blanca Calparsoro. Torremozas, 2008.


jueves, 30 de octubre de 2008

Entrevista. Ricardo Ugarte de Zubiarrain, escultor.

“Leer abre ventanas a la sensibilidad, al reconocimiento de la existencia de los demás.”

Ricardo Ugarte junto a su escultura Proa de la memoria (2008).

Ricardo Ugarte de Zubiarrain (Pasajes San Pedro, 1942) ha sido considerado como el más joven de los maestros de la escultura vasca. Hombre renacentista, su obra abarca poesía, pintura, fotografía, grabado y escultura. Charlamos con él :

-Vd comenzó pintando y escribiendo, si bien se le conoce como escultor.

Efectivamente, mis comienzos fueron en la pintura, tengo en casa un primer cuadro de un barco en medio de una tormenta, copia de una portada que realicé con doce años. Luego pasé por la Escuela de Artes y Oficios con el profesor donostiarra Don Vicente Cobreros de Uranga, y más tarde con el pintor Don Pepe Camps que tenía su estudio en la calle Garibay número nueve.

El academicismo con que se impartían las clases en las que sólo te enseñaban el oficio, hizo que comenzara a volar por mi cuenta, realizando un proceso de formación autodidacta a partir de entonces. Mi obra fue evolucionando desde un cierto expresionismo hacia una abstracción geométrica que ya en el año 1967 se consolida cuando realizo mi primera exposición individual en la histórica galería Barandiarán de San Sebastián. Presentaba en esta exposición una serie de cartulinas de planos rectangulares que denominé “rectangularismo”, y es en ese momento cuando ese universo de formas sale del plano y comienza a adquirir volumen dando paso a mis primeras esculturas.

Paralelamente a este proceso de creación plástica va unida la literatura, fundamentalmente la poesía pero también el ensayo, género en el que en 1970 gané el Ciudad de Irún de Ensayo con mi obra “Collage número Uno” .

Aleteo (1974).

-Intensos años sesenta. Cambios, revolución, libertades, represión.

En los años 60 se produce a nivel general una recuperación de la vanguardia que ya existía en el País Vasco y en el resto del Estado que conectaba con las coordenadas europeas, y que la guerra civil española de 1936-1939 había truncado. Se implantó un academicismo que ensalzaba a los vencedores de esta fratricida guerra.Un ejemplo estaría en la estatuaria y decoración del Valle de los Caídos en Madrid. Surge entonces en el País Vasco liderado por Jorge Oteiza, la Escuela Vasca de Escultura, que conformamos junto con Oteiza, Chillida, Basterretxea, Mendiburu y Ugarte. Era época de un gran voluntarismo, de llevar la cultura a todos los puntos de nuestra geografía guipuzcoana, recuerdo las Semanas Culturales en Tolosa en el viejo Palacio Zabala , medio derruído, en AzpeitIa, en Ataún con nuestro homenaje al antropólogo Aitá Barandiarán.

No existían en aquel momento ni casas de cultura, ni espacios expositivos, y todo se realizaba como digo, por el voluntarismo de todos, que entendíamos estábamos realizando un renacimiento cultural en nuestro país.

Era época de censuras, recuerdo cuando estaba en la directiva en la Asocación Artística de San Sebastián, organizábamos conferencias, quince días antes había que llevar a la Delegación del Ministerio de Información y Turismo el texto que se iba a leer, te lo sellaban cuando lo aprobaban , y el día en el que se impartía la conferencia iba el policía secreta a ver que se decía.

-Vd conducía un espacio radiofónico en esos años. También estuvo en contacto con el mundo del teatro.

Efectivamente , en el año 1962 yo llevaba un programa radiofónico en Radio Popular de San Sebastián que estaba en la calle Bengoechea esquina Plaza de Guipúzcoa, el programa lo titulé “Rincón Bohemio” . En él reflejaba las exposiciones de la ciudad que tuvieran un atisbo de vanguardia, también llevaba para entrevistar a pintores y escultores que estuvieran en aquel momento exponiendo en la ciudad.
Yo, como otra gente de mi edad era colaborador externo ,y nuestra labor era totalmente desinteresada. Compartíamos el hecho de estar generando una emisora nueva con profesionales que también eran jóvenes .Fue un momento muy intenso de anécdotas , amistad y saludables conspiraciones culturales. Si anteriormente hablábamos de censuras, recuerdo una entrevista que le hice a Jorge Oteiza, yo había preparado cinco preguntas pero cuando le lancé la primera, Jorge se embaló, haciendo una reflexión sobre nuestra situación cultural y habló de la necesidad que teníamos de contar con una universidad vasca , cosa que entonces no existía, hablar de universidad vasca, supuso que tuviera una serie de encontronazos con el director de la emisora porque él quería anular de la entrevista toda esa cita. Al final tras un tira y afloja la entrevista salió entera.

En cuanto al mundo del teatro, mi colaboración fue siempre a través de las escenografías, mi primera intervención en este campo fue en la obra “Una noche de primavera sin sueño” de Jardiel Poncela, dirigida por Mikel Azpiazu que se puso en el Museo de San Telmo. A partir de entonces colaboraba permanentemente con el grupo Teatro Estudio que dirigía Manolo Gómez
Colaboración totalmente voluntarista de todos los que interveníamos en las obras, desde actores, iluminadores,y el escenógrafo que era yo .Aquellas experiencias han aportado a través del tiempo una permanente amistad con gente como el gran actor Paco Sagarzazu,Javier Sada, nuestro cronista oficial que también intervenía como actor y un elenco de grandes personas cuya amistad perdura a través del tiempo.

-Kantil, Kurpil.

Primero fue la revista de literatura Kurpil, que quiere decir en Euskera círculo, la fundamos: el poeta Jorge González Aranguren, el escritor Santiago Aizarna y yo.El número cero lo diseñé completamente desde la portada a las ilustraciones interiores para las que usé unas planchas de grabado al aguafuerte para su estampación.La revista se tiró en la primitiva imprenta Izarra que estaba en la calle Peña y Goñi de San Sebastián . La presentación de este número cero se realizó en la Asociación Artística de Guipuzcoa de la cual era en aquel momento miembro de la directiva.En aquella época la Asociación estaba situada en la parte trasera del Museo de San Telmo y se accedía a ella por la Plaza de la Trinidad de San Sebastián.

La revista era una ventana abierta al universo literario y plástico, ya que en el yermo panorama cultural de la época, supuso una proa en la cual participaron muchos escritores locales y estatales y con colaboraciones plásticas, ya que cada número lo ilustraba un autor diferente.

-El pasado 21 de octubre se cumplían cien años del nacimiento del gran dómine Jorge Oteiza.

Con Jorge Oteiza, que éramos compañeros y sin embargo amigos, me unía una entrañable amistad, participamos juntos en diversas exposiciones de los componentes del grupo de la Escuela Vasca de Escultura.Junto con Néstor Basterretxea éramos los que más amistad y complicidades teníamos. Jorge en la década de los 60 fue el detonador cultural que impulsó toda una recuperación cultural de servicio a nuestro país y sobre todo la idea del arte como una actitud ante la existencia.

-Su obra ha sido definida como constructivismo poético.

Sí. Así como antaño en la escultura clásica se partía de un bloque bien de mármol o piedra, y se iba eliminando material hasta como decía Miguel Angel encontrar la escultura que estaba dentro del bloque. En la escultura contemporánea en vez de quitar , lo que se hace es poner , ir construyendo la escultura bien a base de planos o módulos que la conforman hasta totalizar la obra. En mi escultura “Estela” que está en la plaza del Centenario de San Sebastián y que ganó la primera Bienal Internacional de Escultura de San Sebastián, dicha escultura se va construyendo con módulos huecos, que se van adosando hasta alcanzar la altura de diez metros.Lo poético está intrínsecamente ligado a mi obra como génesis o punto de partida de la realización bien escultórica o también en otra faceta como es la poesía visual , obra realizada sobre papel, en que las siluetas, en algunos casos escultóricas junto con el tratamiento del letrismo ,se interrelacionan conformando la obra.

Itxas-baster.

-Síntesis, complejidad.

Me gusta el concepto de síntesis frente a la expresión tan de moda de minimalismo, término del que se ha abusado para aplicarlo a veces auténticas tonterías. Síntesis como depuración formal en este caso de la expresión escultórica, uno lo ve en la perspectiva de su propia obra en el paso del tiempo, cuando contemplo obras mías con más de 30 años de distancia, uno reconoce que al principio se quiere decir muchas cosas y el lenguaje puede hasta resultar en algún momento barroco. Analizando alguna de mis obras anteriores observo que hay a veces hasta tres obras que podrían ser independientes macladas o unidas en una sola obra. Según se avanza se va sintetizando el lenguaje que te lleva a esa difícil sencillez que es producto de la reflexión sobre la propia obra.

Distorsión (1974).

-Escultura, arquitectura.

Para mí están íntimamente interrelacionadas, hay algunas esculturas que tienen una potencialidad de carácter monumental y en algunos casos aumentando la escala pueden entrar en el universo de la arquitectura. Cuantas veces en algunos casos de buena arquitectura se identifica a la escultura como punto de partida. En mi caso, ya a partir del año 1974 genero un módulo hueco que algunos estudiosos han dado en llamar el “módulo ugartiano”, módulo hueco con un cuarto de corte lateral que me permite intercomunicar los espacios y que da nombre a una serie de obras tituladas “Huecos habitables”.

-El artista, ¿tiene un compromiso con la sociedad?

El artista debería tener ese necesario compromiso que no siempre se produce, lo que comentaba anteriormente, el arte como actitud ante la existencia. No siempre se da porque en muchos campos de la cultura , la mayoría mira para otro lado, ajenos al tiempo y las circunstancias que les ha tocado vivir.

-¿Deben escuchar más los políticos a los artistas en materia de cultura?

Indudablemente sí deberían escuchar, porque los que estamos día a día aportando nuestro granito de arena a la cultura de nuestro país y tenemos capacidad organizativa, echamos en falta la utilización de muchos políticos de todo ese potencial que se pierde a través del tiempo. Ha habido honrosas excepciones como es el caso de Imanol Murua que fue presidente de la Diputación de Guipuzcoa, que nos consultaba reconociendo su desconocimiento en determinadas materias y de esa humildad tan poco frecuente, surgieron algunos proyectos como hoy es Arteleku que fue producto de una serie de propuestas y sugerencias que le hice a Imanol en su momento.

-“El esfuerzo manual que requiere toda creación artística fue, durante gran parte de la historia, la razón principal del bajo nivel social que tenía el artista. El trabajo físico, del género que fuese, mirábase con desprecio por parte de las clases gobernantes del Cercano Oriente, y de la Grecia y Roma antiguas; hasta el advenimiento del cristianismo y la creación de arte religioso por los monjes – muchos de ellos de origen noble-, no se produjo cambio notable alguno en esa actitud hacia la actividad manual requerida por el arte...”(Los propósitos del arte, Albert E. Elsen. Ediciones Aguilar, 1971)

En el mundo de la plástica, desde fuera muchas veces se confunde lo artesanal con lo creador. Lo artesanal es el oficio, y lo creador es cuando trascendiendo el oficio se eleva a partir de procesos conceptuales para realizar una obra de arte.

-Tengo entendido que Vd. descubrió al fotógrafo puesto en olvido Nicolás Lekuona.

Efectivamente tuve el honor de redescubrir a Nicolas Lekuona, dos de las hermanas de Nicolás, Maria Dolores y Trinitxu que guardaban con veneración toda su obra : pinturas, dibujos, fotografías, collages y textos. Se pusieron en contacto conmigo y me enseñaron una serie de obras de Nicolás, fue una sorpresa de lo más agradable por la alta calidad de su lenguaje. Lekuona formaba parte de la vanguardia vasca de pre-guerra civil y muere precisamente en el frente de Muskiz (Vizcaya) dejando un importante legado.De la mano de sus hermanas me sumergí en el universo de Nicolás e hice una selección de su obra, con la cual organicé una exposición en las salas de la Caja Ahorros Provincial en San Sebastián y luego circuló por varias salas de la provincia. Diseñé el cartel y el catálogo de esta exposición.Esta exposición tuvo la suerte de ser contemplada por algunos estudiosos que tomaron el testigo y relanzaron la obra de Nicolás.

-“Recuerde el alma dormida/ avive el seso y despierte”...Manrique, San Juan de la Cruz.

Son dos personajes ligados a mi obra, para Manrique el guerrero poeta realicé una escultura en su homenaje que presenté a un concurso escultórico para colocar una obra en Paredes de Nava ( Palencia ) en su memoria. Este concurso lo ganó otro compañero y conservo esta escultura en mi colección particular.
En cuanto a San Juan de la Cruz la escultura que coloqué en la ciudad de Ávila resultado de un concurso nacional de escultura del que fuí ganador en 2005 y la obra que está dentro de mi serie de proas, y la dediqué a San Juan de la Cruz siendo su nombre “Homenaje a San Juan de la Cruz” .
Con San Juan de la Cruz tengo una curiosa anécdota, hay veces que a uno le ronda el inicio de un poemario que puede ser una palabra ,un verso y que no se sabe como continúa.En mi caso el inicio de ese verso era “hace cuatrocientos años….” Resulta que un día leyendo “El mudejarillo” obra del escritor José Jiménez Lozano ( Mudejarillo le llamaba cariñosamente a San Juan, Santa Teresa, porque era menudo y con raíces árabes) pues bien, como decía leyendo este libro descubrí que San Juan había nacido exactamente hacía cuatrocientos años antes que yo en agosto de 1542 y que había tallado una fuente. Este dato hizo que se abriera la espita de mi poemario titulado provisionalmente “Antífonas mayores”.

Proa del silencio (2000).

-Una pregunta inocente ¿El mundo sería menos violento si la gente leyese más?

Indudablemente,la gente se alejaría del pensamiento único que manipula a las masas y hace que el bajo nivel cultural devenga en un brutalismo egocéntrico cada vez mayor.
Leer abre ventanas a la sensibilidad al reconocimiento de la existencia de los demás, a compartir, a participar y a colaborar y ayudar al prójimo. Entendiendo que todos los humanos vamos en la misma barca en medio de los procelosos mares de la existencia.

-Permítame llamarle botánico...

Es un adjetivo con el que me siento muy honrado. La botánica, el conocimiento de la naturaleza que es uno de los procesos creacionales fundamentales de la existencia, hace que según te adentres en estos territorios te des cuenta de la gran ignorancia que nos acompaña. En estos momentos de otoño estamos recogiendo semillas que el año que viene en la primavera devengarán en nuevos árboles. En esta fase de otoño muchos personajes que nos han acompañado en primavera y verano, se han retirado a invernar para despertarse de nuevo en la primavera. Hoy estábamos barriendo hojas para con ellas hacer compost que generará nueva tierra vegetal en espera de nuevas plantaciones. Los árboles empiezan a dormirse y nos dan su último regalo a través del color de sus hojas que enriquecen la tierra.

-En qué está enfrascado últimamente.

En los últimos flecos o detalles finales de la escultura “Ancla” de quince metros de altura situada en la rotonda de Gomistegui a la entrada de Pasajes de San Pedro, ( mi pueblo natal ) en Guipúzcoa. Detalles que fundamentalmente afectan a la jardinería o a la aparente no jardinería. Ya que sobre el túmulo que se sitúa la escultura, quiero que vaya sólo la sencilla desnudez de la hierba.
Y empezando a centrarme en la exposición que tendré el año que viene en la gambara del centro cultural Koldo Mitxelena de San Sebastián. Exposición que esencialmente va a constar de obra sobre papel con creaciones nuevas en el mundo de la poesía visual y del letrismo fundamentalmente con unos breves contrapuntos de presencia escultórica. Quiero que el espacio sea de una presencia muy sencilla en el que primordialmente se muestre mi obra gráfica poco conocida en estos lares.

www.ricardougarte.net

Poéticas

ORACIÓN DE LA TARDE

Como un ángel sentado en manos de un barbero,
Empuñando mi jarro de canales hirsutas,
En arco el hipogastrio y el cuello; un gambiero
En la boca; en el aire, impalpables volutas.

Como la sirle cálida de un viejo palomar,
Mil sueños en mí dejan, sus dulces quemaduras
Y mi corazón triste, parece ensangrentar,
El sombrío oro joven de aquellas chorreduras.

Luego, cuando he engullido mis sueños con cuidado,
Treinta o cuarenta tarros he bebido, y me inclino
Devoto hasta que el agrio eructo he soltado.

Dulce como el señor del cedro y los hisopos,
Hacia los cielos foscos, alto y lejos, orino,
Con el consentimiento de los heliotropos.

Arthur Rimbaud.



IV

Mi vestido es de hierro y latón.
Aquí, encogida en la circunstancia
vivo
por la curiosidad de los libros
que ella va dejando abiertos
por el asco de las uvas y los tubos de crema,
perdida la cabeza por rincones que nadie barre,
para el sabor de las almejas retorcidas
bajo mi aliento de vino.
Estoy aquí,
pecho abultado, caderas curvas
y ella no sabe de Troya y su caballo
y eso la va a perder.

Eli Tolaretxipi. Amor muerto, naturaleza muerta. Bassarai, 1999.


AGENDA POÉTICA.










Poesía del pensamiento (recital poético).

Con los poetas Jorge G. Aranguren, Pello Otxoteko, Chantall Maillard, Eli Tolaretxipi, Aritz Gorrotxategi y el violinista Francisco Herrero (Alos Quartet).

Sala Club del Teatro Victoria Eugenia (Donostia). Miércoles, 19 noviembre, 19:30 h.

miércoles, 29 de octubre de 2008

Ars

EXPOSICIÓN








Exposición colectiva en homenaje a Jorge Oteiza en el Pabellón de Mixtos de la Ciudadela (Pamplona) del 7 de noviembre al 8 de diciembre.


EXPOSICIÓN

Exposición antológica del pintor Antonio Ortiz Echagüe (1883-1942) en Salas Kutxa Boulevard (Donostia).

Del 31 de octubre al 8 de diciembre.


CINE

Proyección de la película "Un perro llamado Dolor" (2001) de Luis Eduardo Aute en el Teatro Victoria Eugenia (Donostia), el 4 de diciembre a la 20:00 h.


NOTICIAS

El escultor Néstor Basterretxea (Bermeo,1924) ha donado 18 esculturas de su Serie Cosmogónica vasca al Museo de Bellas Artes de Bilbao.

EXPOSICIÓN











La galería ARTEKO (c/ Iparraguirre, 4, Donostia) presenta bajo el título de ARTISMO una nueva exposición colectiva con obras de artistas autistas. La muestra, se enmarca en el XIV Congreso Nacional AETAPI que se celebra el 12 de noviembre en Bilbao y los días, 13,14 y 15 en San Sebastián para velar por la defensa de los derechos de las personas con TAE.

Desde su creación en 1984 uno de los objetivos que se planteó la Asociación AETAPI en su trabajo con las personas con autismo ha sido el desarrollo de habilidades en el área plástica. Progresivamente se ha ido observando una mejora en las habilidades en esta área y una evolución en la consecución de los trabajos realizados, constituyendo algunos de los trabajos auténticas obras de arte y consolidándose esta vía de formación como una posible fórmula de integración en la sociedad. Uno de estos ejemplos es la estadounidense Judith Scott. sordomuda y con síndrome de Down, Scott llegó a ser una figura destacada del movimiento outsider y sus obras forman parte de las colecciones más importantes de los museos dedicados al art brut. Ahora su singular historia como artista ha sido llevada al cine por Lola Barrera e Iñaki Peñafiel. El documental ¿qué tienes debajo del sombrero?, producido por Julio Medem podrá verse en la galería con motivo de la exposición.

Del 13 al 29 de noviembre.

www.artekogaleria.com

Multa paucis

OTO DE AQUISGRÁN

Cuentan que el emperador Oto de Aquisgrán era tan sumamente perfeccionista, que acometiéndole una vez un ataque agudo de melancolía profundísima, y decidiendo en medio de tristes delirios acabar con su vida, tuvo tan extremado cuidado en dejar bien acabados y atados los asuntos de la Corte, que antes de suicidarse, pasó años y años despachando con sus consejeros, firmando tratados, y recibiendo en mil audiencias. Hasta el punto de que al fin todo en orden, el pobre emperador Oto, ya muy anciano y enfermo desde su lecho de muerte, no recordaba realmente el extraño motivo que le había tenido toda su vida sumido en aquel delirante y frenético ritmo de trabajo, no conocido jamás en ninguna corte imperial.

Julia Otxoa. Un león en la cocina. Prames, Zaragoza 1999.

Fragmenteando

"...M. Claude bernard estrujó todas sus posibilidades y se había llegado a la conclusión de que el cerebro segrega el pensamiento, como el hígado la bilis. Sin duda se llegaría a descubrir aquella segregación y a escribir su fórmula química de acuerdo con la distribución en exágonos inmortalizada por M. Berthelot. Cuando se supiera cómo se asociaban los exágonos de carbono para crear el espíritu, se habría escrito la última página. ¡Que nos dejen trabajar en serio! ¡Los locos al manicomio! Una hermosa mañana de 1898, un grave caballero ordenó al ama de llaves que no dejara leer Julio Verne a sus hijos. El grave caballero se llamba Edouard Branly. Acababa de renunciar a sus fútiles experimentos sobre las ondas para convertirse en médico de barrio. El sabio debe abdicar. Pero debe también reducir a la nada a los "aventureros", es decir, a la gente que reflexiona, que imagina, que sueña. Berthelot ataca a los filósofos "que se baten contra su propio fantasma en la arena solitaria de la lógica abstracta (he aquí una buena descripción de Einstein, por ejemplo). Y Claude Bernard declara : "Un hombre que descubre el hecho más sencillo sirve más a la humanidad que el más grande filósofo del mundo." La ciencia debería ser sólo experimental. Fuera de ella, no hay salvación. Cerremos las puertas. Nadie igualará jamás a los gigantes que han inventado la máquina de vapor. En este universo organizado, inteligible, y por lo demás condenado, el hombre debería mantenerse en su justo lugar de epifenómeno. Nada de utopías ni de esperanza. El combustible fósil se agotará en unos cuantos siglos, y vendrá el fin por frío y por hambre. Jamás el hombre volará, jamás viajará por el espacio. ¡Extraña prohibición la de la visita a los abismos marinos! Nada impedía al siglo XIX, dado el estado de su técnica, construir el batiscafo del profesor Piccard. Nada se lo impedía, salvo la preocupación del hombre de "mantenerse en su lugar". Turpin, que inventa la melinita, no tarda en verse recluido. Se desanima a los inventores de los motores de explosión y se intenta demostrar que las máquinas eléctricas no son más que formas de movimiento continuo. Es la época de los grandes inventores aislados, rebeldes, acosados. Hertz escribe a la Cámara de comercio de Dresde que hay que desanimar a los que investigan sobre la transmisión de la ondas hertzianas : no es posible ninguna aplicación práctica. Los expertos de Napoleón III prueban que la dínamo "Gramme" no dará vueltas jamás. Los doctos académicos no se molestan a causa de los primeros automóviles, de los submarinos, de los dirigibles, de la luz eléctrica (¡Un truco de ese dichoso Edison!). Pero existe una página inmortal. Es el acta de recepción del fonógrafo en la Academia de Ciencias de París : "En cuanto la máquina empieza a emitir algunas palabras, el señor Secretario Perpetuo se lanza sobre el impostor y le aprieta la garganta con puño de hierro. ¡Véanlo ustedes!, les dice a sus colegas. No obstante, para general asombro, la máquina sigue emitiendo sonidos". Mientras tanto, algunos espíritus gigantes, fuertemente contrariados, se arman en secreto, preparando la más formidable revolución de ideas que el hombre "histórico" haya conocido..."

Ricardo Ugarte de Zubiarrain. Collage nº 1 (C.A.P., 1972).

Cajón de duendes
















Obras de Urko Ugarte.

Liber-bri