miércoles, 22 de julio de 2009

Entrevista

José María Merino, escritor.

"La poesía me enseñó a valorar cada palabra"






















Estudió derecho, se dio a conocer como poeta, es uno de los maestros del cuento en castellano : José María Merino.


¿ La vida es un diccionario ?

- Digamos que en el diccionario están todos los elementos que representan la vida, y que no son otros que las palabras. Sin ellas habría vida, naturalmente, pero no lo sabríamos. Es lo que les sucede al resto de los animales…

El filandón.

- La reunión vespertina invernal, con las faenas del campo terminadas y la nieve cubriéndolo todo, en la que se hilaba (“filaba”) mientras se contaban cuentos, leyendas, sucesos…Muy propio de León y de otros espacios del norte. Luis Mateo Díez, Juan Pedro Aparicio y yo hemos creado un “filandón posmoderno” en el que, además de hablar, leemos cuentos cortos de nuestra propia cosecha…Tenemos mucho éxito, lo que demuestra que a la gente le gustan las veladas literarias, rurales o urbanas...

El sitio de Tarifa.

- Mi primer libro de poemas, el primero de todos mis libros, se titula así y habla de un asedio, de los hijos secuestrados como elementos de acoso por parte del enemigo…De los que tuvimos la educación del franquismo. Una parábola en forma poemática de la posguerra que yo viví de niño y adolescente.

La mano de la hormiga.

- El microrrelato de Juan Ramón Jiménez que lleva ese título hace una hermosa defensa del género. Pero ojo, no vale cualquier hormiga, hace falta que quiera y que sepa escribir un cuento, por pequeño que sea. Que tenga mano de verdad, vamos.

El sillón m.

- Confortable. Rodeado de una compañía sabia y amistosa. Espero seguir disfrutando de él muchos años y ayudando, dentro de mis posibilidades, a que el diccionario se siga ordenando de modo racional y coherente y a que haya armonía en el inmenso y vigoroso campo de la lengua española.

¿ Una novela es una isla ?

- Desde el punto de vista del escritor, puede ser una isla, perdida, desconocida, a la que es arrojado como un náufrago y empieza a descubrirla, a entenderla…Pero también puede ser una selva de la que sabe muy poco y cuyas dimensiones y características va desvelando. En ambos casos necesita esfuerzo, paciencia y buena suerte. Para el lector, la isla ya está colonizada y la selva, domesticada, aunque también a él le corresponde colaborar en el resultado….

¿ Continúa escribiendo poesía ?

- No. La poesía me enseñó a valorar cada palabra, pero yo era un poeta de baladas, un narrador de historias, y es lo que sigo siendo.

Cultiva la narrativa juvenil, ¿ cómo era el José María Merino adolescente ?

- He cultivado la narrativa juvenil y la infantil en algunas ocasiones, procurando que el Merino adolescente, que era un soñador que leía mucho, un lector riguroso y crítico, a pesar de su edad, hasta con las novelas de aventuras, no se avergonzase de lo que he escrito, si hubiese podido caer en sus manos.

Háblenos de sus viajes por Latinoamérica.

- La descubrí por casualidad –ya sé que no fui el primero- y me interesó como extraño espejo de mi propia cultura, de mi costumbre. Luego fui conociéndola cada vez más y siempre que viajo por allí siento lo mismo: lo familiar que a la vez puede resultar muy insólito, desconcertante. Mi lengua con muchas melodías. Un vocabulario que nos desborda a todos. Culturas a la vez reconocibles e irreconocibles.

¿ Cómo ve José María Merino la literatura infantil y juvenil actual ?

- La conozco poco. Ya dije antes que yo he escrito poca literatura infantil y juvenil: solamente en tres ocasiones, y el último libro hace once años…No puedo opinar con demasiado fundamento, porque además creo que hay una producción incesante, inabarcable. Sin embargo, creo que hay mucha vitalidad en el género.

¿ Qué le aporta el micro-relato frente al cuento o la novela ?

- He practicado el minicuento porque me gusta experimentar con todo lo que ofrezca nuevas posibilidades expresivas en el ámbito literario. El minicuento es el colmo de la síntesis, de la concisión: el espacio mínimo para que una historia se mueva. Precisamente por esa concisión resulta un arte difícil.

La sima.

- Una novela que escribí con mucha desazón, porque trata de ese cainismo que nos enfrenta desde hace tantos siglos a los españoles y en el que no solo veo las muchas guerras civiles que hemos mantenido, sino una actitud que está en el fondo de otros fenómenos, como ciertas formas de nacionalismo radical: el odio al vecino, al hermano. Y por supuesto, el odio a todo el que no piense como nosotros, que no sea de nuestra secta.

Recomiéndenos un libro (o unos libros).

- “Nosotros”, de Evgeni Zamiatin, (Akal) precedente directo de “1984” de George Orwell y de “Un mundo feliz” de Aldous Huxley, por lo menos. “Los frutos de la niebla”, de Luis Mateo Díez (Alfaguara), el conjunto de tres novelas cortas con el que da cima a sus “Fábulas del sentimiento” y “El hombre de los dos corazones” de Ana Merino (Anaya) y no por amor de padre, sino porque es una magnífica novela juvenil…

¿ En qué está trabajando actualmente ?

- Me gusta alternar novela y cuento. Tras “La sima” estoy escribiendo cuentos y minicuentos…aunque sin perder de vista los apuntes para una novela que continúe el ciclo “Los espacios naturales” que comencé con “El lugar sin culpa”.


Ilustración : Urko Ugarte.

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